He vuelto, y el ambiente se torna de una luz blanquesina, como el último destello de vida de Virginia Woolf antes de abrir los ojos al mundo de sus novelas.
He vuelto a respirar el aire impregnado con olor al gas mortal que se llevó a Sylvia Plat de est vid
He vuelto y mis pasos de bailarina pesan más que las piedras cosidas a los bolsillos de Virginia Wolf dejándola sin vida
He vuelto a respirar la brisa fresca, pura, y llena de belleza
que acaricia mi rostro únicamente cuando construyo y protejo mi mundo de huracanes con el impermeable de mis palabras permitiendo el paso de la poesía a mis venas
sintiendo la lluvia destilada
la brisa pura e impenetrable que nace del océano y me lleva a esa casa en la playa donde las velas se mantienen encendidas y yo vuelvo a escribir.
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