sol y ascendente

Asciendo, siempre asciendo desde tu tierra, y mi naturaleza sumisa y virginal asciende llena de ilusión. Como una guerrera pura del signo Virgo. Aguarda mi cuerpo ardiente y fulguroso por la entrega real. Mi amor por ti es como el que siente el agua por la tierra. La primera desea filtrarse, hacer crecer vida en las profundidades de la otra. Incluso cuando tu calor me obliga a evaporarme. Me quedo esperando paciente y vertiginosamente el momento justo para dejarme caer de nuevo. Emerjo como la espuma cuando las olas llegan hasta la morada de tu cuerpo, así de fuerte amo olor yo a ti, mojada. Te empapo el alma para recordar que estoy hecha de movimiento y suavidad, y reconocerme turbia y salvaje entre los pliegues de tu alma.  Y luego escurrirme por tus pantorrillas y que me regreses a la tierra, a los suelos y así colarme  como un bautizo diario que te abre a la vida, y besa tus pies. Soy como el agua que se cuela por la tierra, porque deseo besarte inmediatamente, signo de tierra, y esconder mis dudas en la arena mientras nutro tu esencia y te hago florecer. Empapada y consistente espero para siempre por ti, espero como el canto de las sirenas que rompe entre las rocas, espero junto a la espuma que acobija a los cangrejos con una prudencia llena de dulzura, y limpio de mi piel las decepciones con lagrimas y fe. La esperanza es verde como tus pastos, la esperanza certera de que asciendo hacia ti aún sin sentirte, asciendo hacia ti con una pureza limpiada por mi agua, curada por tu sal.